En su primer discurso como presidente de Estados Unidos, Donald Trump reiteró las premisas de su campaña presidencial y se enfocó en su promesa de revitalizar la economía de ese país, a la vez que declaró la entrada “una nueva era para volver a construir el país”.

“Devolveremos nuestros trabajos, devolveremos nuestra frontera, devolveremos nuestra riqueza, devolveremos nuestros sueños” y que el poder de Washington sea transferido al pueblo estadounidense.

Trump llegó a la ceremonia de investidura bajo fuertes protestas en varias ciudades del país, en rechazo a sus polémicas propuestas sobre racismo, xenofobia y régimen migratorio.

“Estados Unidos primero”

Trump afirmó que su gobierno en enfocará en que “Cada decisión sobre el comercio, los impuestos, la inmigración, sobre asuntos exteriores, se hará en beneficio de los trabajadores y las familias estadounidenses”.

El ahora presidente de Estados Unidos criticó sin distinciones entre los gobiernos demócratas y republicanos, la manera en la que se ha llevado el poder en Washington: “Por décadas hemos enriquecido a extranjeros a costa de nuestras industrias. Los políticos han prosperado pero los trabajos se han perdido y las fábricas han cerrado”.

Protección a las fronteras estadounidenses

El recién juramentado presidente de Estados Unidos apuntó además la política exterior de anteriores gobiernos, que según sus palabras subsidiaban a otros países gastando miles de millones de dólares defendiendo “las fronteras de otros países al tiempo que nos negamos a defender las nuestras” mientras se eliminaba el poderío militar de la nación norteamericana.

El nuevo mandatario de la Casa bBanca reiteró su promesa de campaña de proteger las fronteras de países que según dijo se están llevando los empleos de los estadounidenses.

El mandatario prometió que no intentará imponer el estilo de vida estadounidense a ninguna nación a la vez que manifestó la intención de formar nuevas alianzas y reforzar las antiguas que le resulten beneficiosas al país.